Un vasco en Andalucia

Andalucía morena
recostada al sur de Hispania…

Aunque mi tierra esté al norte,
en la Vasconia insurrecta
de mar y de pescadores,
de Industria y hierro forjado,
quiero decir lo que siento,
quiero decirlo muy claro.
“Al pan..pan y al vino, vino…”
Esta es mi forma de hablar,
de expresarme libremente.
Nunca podría ocultar,
lo que resulta evidente.

Andalucía morena
recostada al sur de Hispania,
tienes arte suficiente,
tronío y gracia a raudales,
para que mi pluma cante,
sueñe, grite y hasta baile
la Soleá de este vate.

Te voy a cubrir flamenca,
con mi mejor melodía,
melodía de mis versos
que apretarán tu cintura,
para decir que te quiero,
como se dice a la tierra,
que se tiene entre los dedos…

Siento el sol y la guitarra,
el vino fino y el cante,
los toros y los caballos,
el duende de tus mujeres,
de tus hombres el talante,
orgullosos de mil años
de tradición y de historia.

Es un cuerpo de mujer,
la imagen de la guitarra,
que hay que quererla y mimarla,
para que suene al tañerla.
Es la mujer que suspira,
si sabes acariciarla...

Los crótalos en las manos,
fueron después castañuelas.
Las bailarinas de Gades,
enamoraron a Roma...

Desde Tartessos a Gata
hay un camino muy largo.
Ocho son las diferencias,
ocho si yo sé contarlas.

Almería está en el este.
Se viste de sus desiertos,
vírgenes playas rocosas.
Su Alcazaba en el recuerdo…
Millones de invernaderos
que dan de comer a Europa,
a Hispania y al mundo entero.
Es solitaria, está lejos,
abandonada a su aire,
por los que tienen el cetro.

Si sigues hacia el oeste,
paseas por la Caleta.
Los rezos en La Manquita.
Málaga canta de noche,
en el Café de Chinitas...
Dijo el maestro Chacón...
¡Nadie cante malagueñas...
estando en Málaga...yo!...

Viajero buscando el norte,
Sierra Nevada se viste
de blanco y verde esmeralda,
enseña de Andalucía.
Se asoma por ver Granada,
La Alhambra y El Sacromonte.
No tiene arte... “la niña”,
es la más alta de Hispania.
Desde arriba pueden verse…
…Los Pirineos y Francia…

Peregrinando el camino,
su luz deslumbra tus ojos...
Jaén se abraza a sus montes,
como novia enamorada.
Verde de olivos su tierra,
lleva el aceite en sus venas.
Mujeres de rompe y rasga,
mujeres de recia estirpe,
que nos alivian las penas.

Más al sur nos lleva el río.
Córdoba La Llana es mora,
perla del Guadalquivir.
Orfebres de plata y oro,
saben su cuerpo vestir.
La Mezquita tiene historia,
para dar y recibir.

Navegando por sus aguas,
en Sevilla, Santa Cruz,
La Giralda, Doña Elvira,
los limoneros y azahar.
Que más se puede pedir,
si a todos nos maravilla,
esa forma de bailar.

Sal y mar, salero y Rumba.
Es Cádiz la Salinera…
Cuanto cante y cuanta gracia.
El vino de sus viñedos,
despierta a un muerto en su tumba.
Las Murgas…sus cuchufletas…
“…Tirabuzones de bombas
adorna a las gaditanas,
de franceses fanfarrones…”
Nadie supo como Cádiz,
asumir Constituciones.

Trota que trota, que trota,
Huelva del alma en la esquina,
se asoma al mar que la llama.
Es Rociera y gitana.
Arrozales y marismas,
Son el orgullo de Hispania,
en el Coto de Doñana.

Policromía de un pueblo,
que calla y sufre su suerte,
que canta por no llorar.
Que perfila su figura
frente al toro de la muerte.
Sénecas de fina estampa,
de un ingenio incomparable
filosofan muy certeros,
los reveses de la vida.
Su estilo es siempre severo…

Cuanta fuerza hay en tu cante,
cuanta tu gracia al hablar.
Cuanta fuerza tu guitarra
y tu forma de bailar.
Nadie puede compararse,
nadie te puede imitar.

De Faralaes se viste
la Luna al anochecer…
El Sol baja muy despacio,
anuncia el atardecer…
Quiere verle su vestido,
blanco de encaje satén…

¡Ay!... que la Luna se asoma…
que ya se ha acabado el día…
Solo sueña que la quieran,
en noches de Andalucía…
 

Jose Antonio Azpeitia ( San Sebastián, País Vasco)

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