La primera decepción
te pesa,
te pesa,
profunda, en el bolsillo
Se hunde lenta
roza, escuece
araña el fondo de hilo..
La segunda decepción
deshace,
abre una boca de alivio
y la ensancha a dentelladas
labra un túnel de desagüe
La tercera decepción
no pesa,
ni se hunde, ni te escuece
ni deshace más tu fondo
La tercera decepción
se va
deslizándose suave,
igual que irán las siguientes,
como un río no preciso
hacia un mar más vulnerable
Amaya Martín.
Se hunde lenta
roza, escuece
araña el fondo de hilo..
La segunda decepción
deshace,
abre una boca de alivio
y la ensancha a dentelladas
labra un túnel de desagüe
La tercera decepción
no pesa,
ni se hunde, ni te escuece
ni deshace más tu fondo
La tercera decepción
se va
deslizándose suave,
igual que irán las siguientes,
como un río no preciso
hacia un mar más vulnerable
Amaya Martín.
5 comentarios:
¡Genial, Amaya, un bello poema que habla del ser!
muy bueno!
saludos
¡Qué técnica!
Genial
muy Bueno
y con Técnica...
A mí me toca el alma
tus decepciones.
Abrazos mi poeta Amaya.
¿Tecnica...?...¡No!...Inspiración, poderío de la palabra que llega e inunda todo...Con técnica no se puede escribir esta maravilla de poema, que dan ganas de llevarlo como una estampita del niño Jesús en la cartera, para leerla de vez en cuando...un abrazo a todos desde azpeitia
Publicar un comentario