SU PRIMER MILAGRO
En Judea está Belén
una aldea en la colina,
paisaje de tonos verdes
tierra de pasto y vendimia;
de piedra son los caminos
de barro y piedra es la villa,...
en este sitio ha nacido
la encarnación más Divina.
II
En un albergue del monte
donde se guardan las cabras,
María llora en silencio
es joven, y está asustada;
José se siente perdido
los nervios ya le delatan,
una mula da su aliento
sólo un buey los acompaña.
Qué fría y larga es la noche...
¡qué soledad tan amarga!,
y aunque el Niño haya escogido
al nacer esta cabaña
las lágrimas de su madre
le están destrozando el alma;
y es un milagro de amor
cuando a los ángeles llama,
cuando los magos dirige
con la estrella que desplaza,
¡y es un milagro el sendero
de rocas en la montaña
todo lleno de pastores,
lleno todo de esperanza!,
vienen a ocupar el puesto
vacío, que deja Ana.
Y mil Anas van llegando
sólo para consolarla,
sus manos encallecidas
acariciando, la calman,
¡palpitan mil corazones
en sus bocas al besarla!,
son... mil amores de madre
que aconsejan y acompañan,
mil mujeres las que sienten
un mismo afán de ayudarla
y arropar con su cariño
para que no falte nada.
Fuera, se cantan los himnos
y se encienden las fogatas,
hay bromas de campesinos,
el sonido de una flauta,
ascuas de leña en el fuego
alimentos se preparan;
y algún caso divertido
del que sabiendo una nana
quiere cantársela al niño,
y no le dejan las damas.
Mientras, José más tranquilo,
cuenta y repite sin pausa
que el Niño iba a nacer...
¡y no le dieron posada!
Ángeles Asensio.
http://asensios.blogspot.com.es/
una aldea en la colina,
paisaje de tonos verdes
tierra de pasto y vendimia;
de piedra son los caminos
de barro y piedra es la villa,...
en este sitio ha nacido
la encarnación más Divina.
II
En un albergue del monte
donde se guardan las cabras,
María llora en silencio
es joven, y está asustada;
José se siente perdido
los nervios ya le delatan,
una mula da su aliento
sólo un buey los acompaña.
Qué fría y larga es la noche...
¡qué soledad tan amarga!,
y aunque el Niño haya escogido
al nacer esta cabaña
las lágrimas de su madre
le están destrozando el alma;
y es un milagro de amor
cuando a los ángeles llama,
cuando los magos dirige
con la estrella que desplaza,
¡y es un milagro el sendero
de rocas en la montaña
todo lleno de pastores,
lleno todo de esperanza!,
vienen a ocupar el puesto
vacío, que deja Ana.
Y mil Anas van llegando
sólo para consolarla,
sus manos encallecidas
acariciando, la calman,
¡palpitan mil corazones
en sus bocas al besarla!,
son... mil amores de madre
que aconsejan y acompañan,
mil mujeres las que sienten
un mismo afán de ayudarla
y arropar con su cariño
para que no falte nada.
Fuera, se cantan los himnos
y se encienden las fogatas,
hay bromas de campesinos,
el sonido de una flauta,
ascuas de leña en el fuego
alimentos se preparan;
y algún caso divertido
del que sabiendo una nana
quiere cantársela al niño,
y no le dejan las damas.
Mientras, José más tranquilo,
cuenta y repite sin pausa
que el Niño iba a nacer...
¡y no le dieron posada!
Ángeles Asensio.
http://asensios.blogspot.com.es/
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