Siempre habitas en mis poemas,
vives en ellos, pero no tienes voz.
Cuando duermes,
te arropo con uno de mis versos,
y cuando despiertas,
ellos acuden a tí
vistiéndote de ternura
o armados de destrucción.
Vives y mueres aquí.
Te diluyes cada día con la tinta,
y resucitas en un papel inmaculado
que se vá preñando de letras,
borrones y lágrimas.
vives en ellos, pero no tienes voz.
Cuando duermes,
te arropo con uno de mis versos,
y cuando despiertas,
ellos acuden a tí
vistiéndote de ternura
o armados de destrucción.
Vives y mueres aquí.
Te diluyes cada día con la tinta,
y resucitas en un papel inmaculado
que se vá preñando de letras,
borrones y lágrimas.
1 comentario:
Me gusta amiga mía. Un beso
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