CELOS
Qué tormenta se me viene con tu enojo,
¡qué tormenta!,
un destello se desprende de las nubes...
con la fuerza y rabia de tu ira;
¿qué descarga encendió tan fieros rayos?,
¿qué razones?,
¿qué motivos?, ¿qué paisaje?,
tú me asustas...
¡nada es justificable!,
ni la ambigua incoherencia en tu mirada,
ni esa frase que dijiste,
nada, ¡nada!,
el dolor que te ofuscó la mente
oscurece sin motivo,
y descarga en mi herida ¡tal voltaje!;
que su espectro al danzar entre las sombras
distorsiona el idílico recuerdo
que dejaste; ya no quedan soles altos junto a ti
alumbrando el prodigio de las dulces sensaciones,
ni hay memoria que regale la dulzura
de los besos que han llegado a conquistarme.
Solo habita en mi pasado
esa rosa ya marchita, con la espina
de tu duda imperdonable.
Ángeles Asensio.
http:// asensios.blogspot.com.es/
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Qué tormenta se me viene con tu enojo,
¡qué tormenta!,
un destello se desprende de las nubes...
con la fuerza y rabia de tu ira;
¿qué descarga encendió tan fieros rayos?,
¿qué razones?,
¿qué motivos?, ¿qué paisaje?,
tú me asustas...
¡nada es justificable!,
ni la ambigua incoherencia en tu mirada,
ni esa frase que dijiste,
nada, ¡nada!,
el dolor que te ofuscó la mente
oscurece sin motivo,
y descarga en mi herida ¡tal voltaje!;
que su espectro al danzar entre las sombras
distorsiona el idílico recuerdo
que dejaste; ya no quedan soles altos junto a ti
alumbrando el prodigio de las dulces sensaciones,
ni hay memoria que regale la dulzura
de los besos que han llegado a conquistarme.
Solo habita en mi pasado
esa rosa ya marchita, con la espina
de tu duda imperdonable.
Ángeles Asensio.
http://
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2 comentarios:
Mi aplauso, Ángeles, y con él mi amistad y reconocimiento.
Un beso.
Gracias Francisco, recibo tu amistad con todo cariño
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