Me gustan los poemas
en tanto los escribo,
mientras mascullo y borro
en busca de eufonía,
midiendo o baremando
el peso atómico de un adjetivo
que no figura en la tabla periódica,
el número primo de una estrofa sin rima
o el perímetro de una metáfora.
Me gusta la talla
en tanto sigue siendo piedra
y le arranco esquirlas
buscando sus formas ocultas,
esas que vienen encadenadas
tras cada nuevo acento
del escoplo o el martillo.
Luego;
cuando el poema sube al pedestal
de la letra impresa,
cuando escapa de mis manos
como adolescente que sale
por primera vez sin compañía paterna,
cuando se enseñorea a sí mismos en otras
manos
y le pierdo el pulso y el control
y ya no es mío más que en la intimidad;
entonces,
me asalta la duda de lo efímero
hasta verlo enjoyado con la púrpura
de quienes comentan favorablemente.
2 comentarios:
Lógicamente no voy a comentar, pero sí agradecer esta primera subida a Amaya. Aprovecho para felicitar el Año Nuevo a todos.
Abrazos.
Se me habia escapado.
Como el alfarero que moldea el barro, tú moldeas las palabras, las adornas con teminología matemática y nos las entregas como el regalo mas preciado para nuestro deleite, esos son tus poemas.
Un fuerte abrazo y feliz año a ti y atodos los Poetas Andaluces de Ahora.
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