¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

sábado, 23 de noviembre de 2013


 
CANCIÓN TRISTE    (A Pablo Neruda)
 ... marchándose de allá...
como un ave que escapa a la vista. (HOMERO, LA ODISEA)

                                                                                                                                                                                                         

Cuando Neruda se fue

la luz del sol se eclipsó

y los jilgueros cantaban

versos de melancolía.

La luna se oscureció

y los poetas lloraban poemas de soledad.

En los turbios descampados de la tristeza,

el cielo se desangraba con una lluvia baldía,

con ventolera de ausencias.

Y fue su temporal, invierno frío,

imperio del dolor en el crepúsculo.

 

El poeta se marchó como un rumor

que lleva el viento a la deriva

y fue su amargo silencio

la canción triste y doliente

que canta, enajenado, el moribundo

en las esferas concéntricas

del tiempo de su agonía.

Su boca somnolienta se enredaba

en las olas sigilosas del destierro

y quise ser estrella o amuleto con Pablo

para conjurar la noche oscura

con las luces de mi pecho

y avivar, de esta manera,

la luz tenue de los espejos rotos.


 

ENCARNA GOMEZ VALENZUELA   PEGALAJAR (JAÉN)    ESPAÑA

Poema publicado  en el nº 44 de PALABRAS DIVERSAS

1 comentario:

Francisco Espada dijo...

El llanto por Neruda es común en todos los que amamos las bella ordenación de las palabras, cosa que has sabido plasmar muy bien. ¡Felicidades!