Por encima del miedo y la derrota,
a mitad de camino hacia la muerte,
te desnudas altiva y te haces fuerte
en las garras del mundo, estando rota.
Te derramas en vida, gota a gota,
por los muslos del tiempo hasta su vientre
y te lavas las llagas con la suerte
de su amor, olvidando que eres otra.
Por encima del hielo está su aliento
calentando tu carne fría y yerta
de soledad, y está su cuerpo hambriento
devorando tu pena y abriendo puertas
en tu páramo... Sueñas tu momento.
Por encima de todo, no estás muerta.
Mª Antonia Gutiérrez Huete