Aliméntate del agua.
Por tu cuerpo que navegue.
Aliméntate del fruto
que meciéndose florece.
Aliméntate de plata,
del reflejo de los peces.
Aliméntate de risas,
de palabras, de la gente.
Aliméntate de abrazos,
de amistad, de la esperanza.
De caricias y de besos,
de los besos de una cara.
Aliméntate del fuego
de pasión descontrolada.
Del cariño, del amor.
Y si quieres, de mi alma.
Juanjo Almeda
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
18 comentarios:
Holaaaa, bienvenido, como verás tambien soy nueva, aun no hay poblicado ningún poema miio (están a la espera= me ha gustado muchisimo poder leerte esta mañana
Te dejo mi felicitación por este bello poema del que me he alimentado
Un abrazo
Stella
Precioso, elegante y envolvente.
Felicidades
Un beso, juanjo
PD:También nueva
Querido Juanjo:
Todos tendríamos que alimentarnos un poquito más de los "alimentos" que se nos ofrecen en este poema tuyo que tanto he disfrutado.
Un abrazo.
Juanjo, ¡ Menudo manjar que la ofreces ! es una preciosidad lo que pones, alimentas la vista y bailan las letras, toda una enseñanza de vida.
Muchos besos
Juanjo, hola.
También soy nueva y a la espera para publicar un poema.
Con estos alimentos sin duda se camina en condiciones. Sabios consejos nos dejas en forma de versos.
Tu amiga tiene que estar feliz.
Un abrazo.
Gibralfaro es vigilante
bajo esa luna de plata
dominando la bahía...
Tú canasto te delata!
Cenachero noche y día...
bienvenido abordo...
Muy bonito Juanjo, un poema precioso para alguien especial... y si encima lo acompañas con esa Danza del Sol de Paco de Lucía... ufffffff
Me ha encantado este poema... dice mucho de quien lo escribe.
¡Palabras mayores!
Al final es el alma la que manda, la que alimenta, tu poesía y tus sentimientos, que tu enhebras y das forma de una forma poética exquisita...enhorabuena porque has elegido un fondo musical precioso que en conjunto con tu poesía es todo un lujo...un abrazo de azpeitia
Sentimiento profundo y preciosa dedicatoria. El alimento que se necesita para vivir, para ser feliz. Y si se toma con unos sorbitos del compas con el que acompaña tu poema, el éxito para una buena dieta está garantizado. Unos versos que acarician el alma querido Juanjo. Un beso grande
Alimentarse de la vida, beber en todas sus aguas, sin freno..
Hoy es tu verso la carne, sazonada de pasión, que se cuela entre los nuestros...
Un fuerte abrazo Juanjo, gracias por tu hermoso texto, por tu presencia
Alimentate de vida, de aliento, de ganas...
Bueno...bueno...
Soltemos ño que Andalucia lleva dentro...
Ese alimento de dolo que arde.
Preciosos versos,
La fuerza de lo dicho y lo no dicho...
besos
me ha encantado, que brindes lo más preciado, tu alma!!! para aquella que hambre tenga y que ni por dudas diga que no pueda sobrevivir si por alimento le ofreces el alma, me ha gustado, mucho!!!!
Juanjo una belleza de letras, una dedicación hermosa para alguien especial, cargada de sentimientos bonitos y el final extraordinario:
Aliméntate del fuego,
de pasión descontrolada.
Del cariño, del amor,
y si quieres... de mi alma.
Una belleza de poema...¿Acaso hay mejor nutriente para el alma,para la vida que el amor, que la ternura...?
Precioso,precioso,precioso, vecino.Un abrazo.
Bella poesía en sí que ella misma es alimento para las almas sensibles.
Y la música es un oasis, muchas gracias por tu pasión que nos transporta.
Saludos
Mui belo!
Estimado Poeta Juanjo Almeda y Poetas y Poetisas andaluces:
Te felicito por tu buen poema y a todos por este excelente espacio.
ANUNCIO:
En marzo o abril me voy a encontrar con mi novia platónica en Sevilla. Abriré una pequeña marisquería en un pueblo costero, o cerca de la costa llamado Frigiliana (me peleé con mis tres brujas hermanas dominantes y engreídas millonarias, y este vate ceniciento aceptó su partecita de la herencia, y no ha muerto madre. Imagina qué triste!). En ese pueblo que te cuento y que tal vez conozcas, mucho turismo europeo, con mucha capacidad económica: ingleses, alemanes, holandeses... Al fin emigro de este estercolero cultural (aunque amo Costa Rica y a sus buenas y sencillas gentes). Hace cinco años me había reencontrado con la mamá de mi pequeño hijo Octavio de casi dos años, y su ex marido le dejó la marisquería. Ahí aprendí a cocinar varias cosas y el famoso ceviche tico (pescado crudo en trocitos cocinado en jugo de limón, y vegetales: chile, cebolla, culantro, tomate). Cuando esté instalado podríamos organizar encuentros poéticos poco ortodoxos: tú tendrías comida y habitación asegurada y no tendrías que gastar nada. Haré de Frigiliana un emporio de la Poesía latinoamericana. Enseñaré a los españoles a escribir como poetas malditos, tan escasos en España, pues muchos fanfarrones solo tienen esa etiqueta por no haber vivido las aventuras y estrecheces de uno.
Abrazos,
Frank.
Publicar un comentario