¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

martes, 21 de septiembre de 2010

¿SABES?



¿SABES?


Tras recoger los escombros de mi voz rota
quiero hablar de ti y de mí ahora que duermes,
mientras velo tu desnudez entre las sábanas
y me abrazo dulce al tibio aroma de tu cuerpo
Antonio Urdiales





Llevo peregrinando mi mente
recuerdos de blancas madrugadas
seguidos por el susurro de tu voz que aún me corteja
He confinado en mi boca las flores de tu silencio
y quiero que den vida a los besos perdidos en la noche
Cobijaré en los dobleces de mi desnuda sabana
la ternura de tus dedos
para llegar a la alborada en el reflejo de tu mirada asomándose a la mía
al tiempo que dejas la siembra de tu mar en mí entraña
A veces, solo a veces me abato en los recuerdos
cuando veo que me abrazan las sombras
y no me es posible alcanzar de tu mano el paraíso
porque tus dudas y silencios han ocultado el sendero
Dentro de mí siempre habita el vértigo,
ese remolino incesante que me arrastra a tu sangre
y me desliza por lo complicado de este sueño
que se repite en la mía queriendo abrazarte
sabiendo como sé que todo es irrealizable
Y naufrago en mares de deseos que me increpan y me empujan a buscarte
porque bien sabes amor que aposté fuerte
cada madrugada en que oímos tocar las campanas de la lujuria
Y ¿sabes? No quiero ser pañuelo al aire
sino el amor que se enrosca a tu vida cercando tus pulmones
Y que se oculta en las bambalinas del teatro de la vida,



sTELLA

Del poemario Desnuda de tiempo
Todos los derechos reservados

10 comentarios:

Lola Fontecha dijo...

Precioso Stella

Amaya Martín dijo...

"Sabes" Stella?
Tienen corazon, belleza y ritmo en tus letras..Es todo imagen poetica que arrastra como un mar de sensaciones..Da gusto dejarse ahogar en un mundo asi..Eres una artista completa!
Gracias por compartir.

Besos mil y un fuerte abrazo

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Sensible y delicada poesia llena de reflejos en las palabras...Que bellas imágenes y que delicadeza en el tratamiento de ese amor de verdad que se trasluce a cada instante...enhorabuena por tu blog...un abrazo de azpeitia

stella dijo...

Gracias Lola, por tu presencia y huella querida poeta
Un abrazo
Stella

Verónica Calvo dijo...

Me pongo de pie y aplaudo.

Un abrazo fuerte (qué placer leerte)

stella dijo...

Querida Amaya, lograste arrancar sensaciones y emociones con tu comentario, mil gracias amiga mía, eres un cielo
Un besito
Stella

VIVIR dijo...

Stella leerte causa libertad y buen VIVIR...

Eres simplemente GENIAL...

Un placer compartir contigo blog

Un abrazo

stella dijo...

Azpetia, gracias por tu generosidad al comentarme y sobre todo por acompañar mis versos
Un abrazo
Stella


Ananda...me has emocionado querida amiga, tu cometario lo guardo como un tesoro, gracias amiga mia, creo no merecer tanto, pero el alma se siente feliz con tus palabras
Un abrazo
Stella

stella dijo...

Gracias mil Vivir por estar conb tu presencia acunando mis versos
Un abrazo enorme
Stella

eremoll dijo...

belleza = Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.


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