¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

martes, 13 de septiembre de 2011

La Villa



Casas blancas encaladas en primavera
lucen banderolas de colada en sus azoteas.
Siempre presente el cielo despejado,
cual cúpula inmensa y perenne,
protege y desprotege la vida en la frontera.

El viento mece cabellos sueltos
escapados de los altos moños
de muchachas adormiladas
que en pijama arrastran a sus hijos
de la mano a la escuela.
Se saludan cantarinas mientras
pisan charcos de relente,
y arrebujadas en la bata,
regresan a sus casas parando antes
en la panadería donde compran
un sabroso pan portugués.

Escapa un murmullo de misterio
bajo las adoquinadas calles estrechas
donde dicen emerge bajo el pozo,
calle Galdames arriba,
un pasadizo que lleva bajo el río
a Castro Marim majestuoso,
el mismo que pintara Sorolla de fondo
cuando pescaban atunes en abundancia.

Olores de puchero, Don Diego y azahar
acompañan al solitario caminante
que no encuentra más placer en estas calles
que admirar patios llenos de geranios,
atelier de pintores y leyendas de brujas
que escapan con orgullo y aviso,
de las alzadas voces ayamontinas.

La Villa, vericuetos de subidas,
gente que saluda y sonríe
allá arriba del cabezo
donde el viento húmedo
divisa la desembocadura del río
mirando alegre el algarve portugués
sin entender de contrabando ni rencillas.


(Ayamonte, Huelva)

(Pintura de Caste, el pozo de la Villa)

Músca Flamenco chill:

10 comentarios:

Rosana Martí dijo...

A esta Villa que tan bien presentas no le falta nada, porque va sobrada de tus preciosas letras, un precioso sentir mi querida Ananda.

Un enorme beso con la caricia de mi cariño.

Trini Reina dijo...

Una perfecta y poética descripción que nos abre el deseo de visitar estas tierras.
A ver si pronto.

Besos

Lola Fontecha dijo...

Preparo la maleta y tiro para allá........... precioso Ananda. Besos

J.R.Infante dijo...

¡Qué bien la retratas! Ya te lo he dicho: es todo un lujo vivir en esa parte de España.
¡Disfruta de tus días de asueto!
Un abrazo

Mª Antonia dijo...

Hola Ananda:
Parece que estoy paseando por esa Villa que describes tan bellamente. Parece que ya estuve en sus calles...
Gracias. Es un regalo.

Amaya Martín dijo...

Yo yo me iba a Malaga? me parece que no..como siempre, un poema bellamente descriptivo..Besos mil

eremoll dijo...

Besos amiga precioso tu sentir !!!

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Se palpa, se huele, se pasea uno por tus imágenes con la frescura de lo auténtico...precioso...un abrazo desde azpeitia

MA dijo...

Al leer tu poema me vienen la brisa de olores y sabores de mi tierra andaluza.

Un placer leer tu poema.

Besos de luz.

Verónica Calvo dijo...

La Villa es una delicia.
Aquí os espero :)

Besos y gracias