Antes de que el café se enfríe en nuestras tazas,
de que nazca en el patio más musgo de la vida
-porque el tiempo desconcha, poco a poco, las raídas
paredes cotidiana- Antes de que, descalza
de prestigio, se ahorque la luna en la terraza.
-No quiero someterme al mundo tan dolida
que no me duela nada- Antes de andar perdida,
terriblemente loca, por callejas y plazas.
Antes de que las lluvias encharquen lo vivido,
de que el lodo penetre en nuestros corazones.
Antes de que perdamos (mas aún) el sentido.
-Porque el viento se lleva las últimas razones
para seguir con vida-... Recuérdame el silbido
que produce el amor cuando entra en los pulmones.
Mª Antonia Gutiérrez Huete
7 comentarios:
María Antonia, tu poesía siempre me llega.
Hermosos versos, casi puedo sentir esas tazas en mis manos y el mismo deseos de no olvidar jamás cómo es ese silbido.
Y es que la vida... es la vida.
Un beso
Gracias amiga hoy seras en tu poesía la primar luz que despiertes mis sueños en el descanso de mi cuerpo mil gracias
besos de duende
Amor entre bambalinas, dispuesta a encender de nuevo la llama, justo en el momento de ver que se apaga........ Muy bonito MA
Gracias por vuestros sentidos comentarios... Precisamente se trata de recuperar el amor, antes de que se apague del todo...
Besos.
Mª Antonia, soy cada vez más cabeza perdida, pero creo que recitaste este poema el otro día en Priego, corrígeme si no es así. Ahora que lo he rumiado, me encanta por las imágenes (esa de la luna ahorcada en la terraza es poderosa), pero sobre todo me encanta por la conclusión: El amor como respiración. No hay mejor definición.
Por cierto, que disfruté un montón recitando en tu pueblo, a ver si no tardamos mucho en coincidir otra vez y de todas formas tenemos pendiente "una tarde". Un abrazo para ti y para José Antonio. Espero que todo siga yendo a mejor.
Cuando un amor se extingue está destiando a ser recuerdo.
José, lamento decirte que este poema, concretamente, no lo he recitado nunca. El otro día recité "En los próximos mil años" y "Hasta la extenuación", ambos dedicados a mis hijas, especialmente a Laura. De todas formas, agradezco tu comentario. Un abrazo para ti y los tuyos.
Gracias también a Delion, por asomarse a esta ventana.
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