¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

domingo, 14 de octubre de 2012


CANCIÓN  DOLIENTE

Quizá ya sea tarde

para ese náufrago que bucea

en las despiadadas aguas de Estrecho.

Salió del corazón de su tierra

                                        con el coraje en la sangre

y con el alma henchida de luceros y de lunas,

desbordada de proyectos e ilusiones.

Pero el furor macabro de los desiertos

marchitó todos sus alhelíes

y vulneró sus naranjos floridos.


Ahora no cabe más infortunio en su pecho.

                                        Cansado de dar cobijo

a la esperanza de un nuevo amanecer,

me ha mirado con ojos tristes, mustios,

ajados, repletos de pesadillas.

He visto restallar la desesperanza

en el ámbito estelar de su acuosa pupila,

humedecida por el brillo de las lágrimas.  

Ya es tarde para él.

Está cansado de vagar a la deriva

de los versos marchitos, de los poemas rotos, 

por ese despiadado mar

                                        que aborta todas sus ilusiones.

Yace tendido en el asfalto

                                        que da cobijo a todas sus penas.

Sus manos están vacías de palomas

y de nidos amorosos donde estribar sus pesares

y su corazón, herido de desamor y de niebla.

La melancolía teje una cortina de dolor

                                        en el fondo de su ser.

El palpito de su pecho

es una canción doliente del alma.

                                        La muerte con rostro de indiferencia,

agazapada en el rellano de su agonía,

lo aguarda  al otro lado de la muralla, al otro lado del alma,

donde las huellas de los pasos se pierden

en la opacidad del llanto,

en la oscuridad de los rincones del corazón.

                                        El agua  pintada en sangre

se desliza furtiva por las acequias del miedo.

Un lobo  revestido con piel de cordero

camina junto al rebaño. Está acechando a su víctima.

No nos demoremos más.

Es ya la hora de partir

para ese lugar lejano donde no llega la luz,

donde las estrellas gimen,

donde la luna pinta en oscuridad ese cielo tenebroso

                                        que nunca da cobijo a la esperanza.
ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA

2 comentarios:

Fina dijo...

Hola a tod@s!!!
He encontrado esta página por casualidad, o tal vez no, pues soy andaluza y aunque no me considero poeta, la poesía es mi gran pasión. Fuere como fuere, me ha encantado. Os seguiré a partir de ahora, al tiempo que os invito a ver mi blog, también de poesía. Agradecería vuestros comentarios, pues si realmente no merece la pena, él morirá, aunque no mis escritos. Gracias de antemano, por vuestra colaboración.

PEDACITOS DE MI
http://www.sanroquita.blogspot.com

Saludos!!!

puri teruel robledillo dijo...

Impresionante poema Encarna me ha encantado.

Un abrazo amiga