¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

domingo, 25 de agosto de 2013

Estaba cerca

ESTABA CERCA.

Pasábamos por la vida
sin conocernos siquiera.
Nos sorprendió de repente
comprobar que el amor llega,
al dar la vuelta a los años,
sin que nos diésemos cuenta,
entre nosotros minando
el corazón y la fuerza.
Amor castigo y remedio;
amor de risa y tragedia
se apoderó de nosotros,
llegando de tal manera,
que desbordó nuestra sangre
y nos venció la cabeza.
Tu esperabas que algún día
el amor te sorprendiera,
y ponías la esperanza,
y buscabas la sorpresa,
por si acaso alguna vez
se detenía en tu puerta.
Yo busqué por las ciudades
y me cansé de dar vueltas
alrededor de la duda,
alrededor de la inercia,
pendiente de los caminos,
y con las penas a cuestas,
perdía las esperanzas
en un vaso de ginebra.
Cada momento de amor
fueron mil siglos de espera,
que pasaron por nosotros
sin darnos ni paz ni tregua.
Y era difícil quejarnos
del desamor de la tierra,
mientras pasaban semanas
y escuchábamos proezas
de otros amores famosos
que se tenían en cuenta.
Amor de hacerte señora,
de tenerte siempre tierna,
de besarte fuertemente
agarrado a tu cadera,
y decirte: Amor, ¡te quiero!,
hasta que agote mis fuerzas.
Amor, me hiciste mas hombre
desde aquella vez primera
que valoraste mi vida y
cambiaste mi existencia,
y animaste mis sentidos
trayéndome savia nueva.
Amor: tus ojos buscaba
y fueron una sorpresa
encontrarlos con tu risa
que te mostraba serena,
mas comprensiva y a veces
hasta te hacía perfecta.
Amor marcó nuestra vida
y alegró nuestra existencia.
Desde entonces compartimos
agua, casa, cama y mesa,
y todo lo soportamos
sin darnos ninguna queja.
Cuantos años estuvimos
sin conocernos siquiera
buscando el amor en vano,
pasando la vida lenta,
necesitando una ayuda
para calmar la tristeza,
y llamando casi a voces:
Amor ¿Tu donde te encuentras?
Pero nadie contestaba
al eco de nuestra queja,
y sin embargo el amor
estaba cerca, muy cerca.

Francisco de Miguel López.
Madrid, 15 de Noviembre de 1984.


No hay comentarios: