¡No!
No se me puede pedir
que me ate sin más
a las piedras del tiempo,
que me trague sin rechistar
las pepitas del veneno,
que hipoteque el hoy,
que venda el mañana
para pagar un ayer añejo,
..y su aroma a podrido,
y su agua estancada
que ya no mueve molino
¡No!
No se me puede pedir
que sacrifique al niño
de la esperanza,
que desangre sus manos abiertas,
su corazón a estrenar
sobre el altar
del dios de la venganza.
No!
Que no me esperen despiertos
los de las cuentas pendientes,
los de los ojos marchitos,
los del latido de hiel,
los de la fusta de hierro
No!
Me niego a vivir las furias
de los que liban rencores
Me declaro tierra yerma
hasta el día en que yo elija
recibir en mis entrañas
las semillas del futuro
Amaya Martín
viernes, 24 de febrero de 2012
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7 comentarios:
Amiga Amaya un placer leer tus versos de principio a fin ...la libertad buena compañera de vida.
Besos de luz.
El blog de MA.
Poema realmente bello. Inconformismo vital y antiestoicismo ante la realidad, sin renunciar nunca a la Esperanza. Mejor, de momento, declararse tierra yerma,estéril...sin habitar ni cultivar.
Bellísimo Poema, Amaya. Me ha encantado.
No es rebeldía, es pura coherencia del alma libre, de quien tiene los ojos abiertos y no colabora en la inmensa rueda del adoctrinamiento.
Un poema que grita libre, Amaya, te felicito.
Besos
Me encantó tu poema, ese canto la actitud positiva y realista que nos enfrenta a esta vida y al combate que se plantea en el día a día
Besos
Hola recibe un abrazo Amaya !!!
Conmovedor, Amaya... y lleno de coherencia, visto lo visto.
Un beso.
tiene fuerza
saludos
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