ERA LA TARDE UNA ROSA
Erala tarde una rosa vestida de primavera,
erael aire una gardenia que crecía
en el parque de los sueños.
Eran tus labios dos fresas que lastimaban mi pecho.
Eran tus manos palomas que volaban presurosas
por esos cielos de calma, azulados como el verso.
Y tu alma eraun lucero que iluminaba mi vida.
Era tu talle palmera cimbreando a contraluz
en las pestañas del tiempo de nuestros deseos.
Y tus ojos dos espejos, cristales fosforescentes
queme acercaban la imagen
del jardín de las delicias.
Tus mejillas, luminosos arreboles
en una tarde de estío.
Tu corazón, unjacinto que se mecía en el viento
al compás de algún poema.
Y tu cabello un trigal, rebosante de amapolas,
que danzaba presuroso
2 comentarios:
Eran tus labios dos fresas que lastimaban mi pecho.
Me quedo con este verso.
Todo el poema es un canto al romanticismo.
Saludos.
Bucólico tu poema, amiga Encarna.
Desde aquí te mando un abrazo.
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