¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?

Cantan con voz de hombre..
¿pero dónde los hombres?

..con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?

..con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan
parece que están sólos...

Miran, y cuando miran
parece que están sólos...

Sienten,..y cuando sienten
¡parecen que están solos!..

¿Es que ya Andalucía
..se ha quedado sin nadie?

¿Es que acaso en los montes andaluces
..no hay nadie?

¿Es que en los mares y campos andaluces..
no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?

¡Tantas cosas han muerto..

que no hay más que el poeta!

¡Cantad alto!
..Oiréis que oyen otros oidos.

¡Mirad alto!
Veréis que miran otros ojos...

¡Latid alto!
..Sabréis que palpita otra sangre...

No es más hondo el poeta..
en su oscuro subsuelo, encerrado...
Su canto asciende a más profundo
cuando , abierto en el aire..,
ya es de todos los hombres...

Rafael Alberti

Tercer Encuentro

viernes, 7 de junio de 2013

Habitación vacía


Fue el sentimiento más fuerte de tu ausencia
cuando entré en la casa – nuestra casa –
y vi en frente del pasillo tu habitación vacía.
La vida faltaba como el verde a las plantas,
el aire helado salía del cuarto como viento polar.

Es la ausencia que no se ve la que pesa tanto,
torturante mochila que cargo a mis espaldas
desde el día que marchaste con tus ojos cerrados.

La frialdad es mi enemiga, en la noche, lo que más temo.
No hay manta ni sábana que cubra mi cuerpo
e impida que me llegue el sabor a hielo de tu partida.

La casa – nuestra casa – es un gran campo inmenso
si hierbas ni árboles ni gentes; que no es campo,
es un páramo llenos de cosas vacías que no existen.

Yo, huyo de la casa – nuestra casa – porque no estando
te veo en que cada rincón de las paredes blancas,
sin cuadros, con huellas de reloj que no marcan las horas.

Es el tiempo aterrador el que pasa aumentando la distancia.
Quien lucha por borrarme el olor de los recuerdos,
que en contra de lo que todo el mundo dice y cree,
no cura nada, no aplaca nada, no suaviza nada.

Porque es dolor lo que siento permanente, cronicidad
de una ausencia forzada que me robó lo que más quería.
Es sentimiento negro de pena, lo que recorre mis venas
que con la falta de tus pulsos tristemente laten
cada vez que vuelvo a ver al final de la casa – nuestra casa –
ese pasillo largo y al fondo, siempre,  tu habitación vacía.

1 comentario:

Tamara dijo...

Estoy realizando una pestaña nueva para mi blog donde daré a conocer a los blogs que me siguen y que sigo, me he dado cuenta de que yo te sigo, pero no al revés, y quería invitarte a ello para dar publicidad a tu blog, también hay algunos seguidores a los que no les aparece el blog en el perfil, lo mismo ocurre eso, por lo que me gustaría saberlo para añadirte también. Un besazo.