La vida,
siempre te acaba engañando.
Como una pareja infiel,
te jura
que no volverá a hacerte
daño
pero, al final
se cobrará con creces
toda la miel que sobre
tu piel
derramó aquella tarde.
siempre te acaba engañando.
Como una pareja infiel,
te jura
que no volverá a hacerte
daño
pero, al final
se cobrará con creces
toda la miel que sobre
tu piel
derramó aquella tarde.
1 comentario:
Miel de tomillo y romero... quien pudiera paladearla y sentirla aunque tan solo sea una vez...para poderla ecordar siempre en los estribos del amor que fue verdad un momento...Cuanto sentimiento en tu poesía...un abrazo desde tu amigo azpeitia
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